martes, 15 de diciembre de 2009

Pasatiempos fachas y pijos. Jodiendo al personal

No quisiera mancillar este santuario -que es mío- con impúdicas tramas y confabulaciones necias. Sin embargo, voy por una vez, y consciente de que probablemente sirva de precedente, a alzar mi voz y lanzar mis encolerizadas palabras al ardor del blomentario.
Cito: “El mobbing consiste en “una situación en que una persona o grupo de personas ejercen una violencia psicológica externa, de forma sistemática, durante un tiempo prolongado, sobre otra persona en el lugar de trabajo”.
Hostigar al trabajador moralmente, éticamente. En mi trabajo se dan las siguientes situaciones a diario:
1. xenofobia, tenemos trabajadores que no son de nacionalidad española, y tenemos trabajadores que están casados con extranjeros
2. homofobia, tenemos trabajadores dentro del armario por miedo a las consecuencias conociendo de antemano las personas que lo rodean
3. presión psicológica y “chantaje” para lograr que el personal se quede trabajando, tanto si tiene todo al día, como si no, porque al Jefe no le gusta “que la gente se marche a su hora”.
4. presión psicológica a la hora de tomarse un día o una mañana par acudir a una cita con el médico, por ejemplo, mejor no ir al médico.
5. presión psicológica si estás enfermo, tienes que venir y sudar como un cerdo, estar verde o amarillo para que te digan que te puedes marchar (sabes que al irte, te tacharán de debilucho y cuentista, aunque tengas 40 de fiebre o se te estén abriendo las entrañas)
6. si te vas de vacaciones, estás cometiendo un pecado que se te echará en cara mil veces, está mal visto y te lo dejarán bien claro.
7. intolerancia: si no opinas como ellos, cállate y agacha la cabeza, tú eres del Madrid o del Barça, pero de política no sabes ni quieres.
8. falta total y absoluta de empatía: si tu situación personal es delicada por algún motivo, jamás puedes perder la sonrisa, aquí no se puede estar serio aunque se muera tu ser más querido
9. En cuanto salgas de la habitación en la que estés, una o más personas estarán siempre dispuestas a cotillear, insultar o ponerte verde por cualquier comportamiento, actitud o comentario, por tu ropa, por como haces lo que haces o no lo haces, porque estornudas, porque tienes perro o porque comes a las 2, da igual el motivo.
10. Tu sueldo es más que suficiente, y no se te ocurra ponerlo en duda porque te mirarán mal, y eso sólo tiene un camino: la puerta.
11. No importa tu rendimiento, sino seguir el juego: criticar, hablar mal de los compañeros, contarle todo todo todo al jefe, no tener vida privada sino sólo “empresarial”, quedarse (qune sea leyendo el Marca) después del horario de trabajo...
12. ¿Horas extras pagadas? Estamos en el siglo.... ¿¿¿¿XXI?????
13. Esperarán a 10 minutos antes de la hora de salida para pedirte mil informes y tareas y obligarte a quedarte

Lo dejo en 13, aunque podría continuar... pero creo que ya hay suficiente, ¿no?
A esto le pueden llamar mobbing, que es una palabra inglesa y “está de moda” decir barbarismo, pero en mi pueblo de toda la vida, esto se ha llamado Joder al personal y tener mala leche, dicho de otro modo, ser una persona mísera, ruin y pobre, pero no de cartera, sino de espíritu, cosa que notablemente demuestran no tener.
¿Cómo puede un ser humano que maltrata así a las personas que ve a diario en el trabajo, considerarse cristiano católico y pretender imponer este mal llevado cristianismo a los demás? Ni conocen la historia ni les interesa más que lo que cuentan esos señores que con sotanas esconden los mayores pecados de la misma. No quiero andar con gentuza de esta calaña porque el contagio es más que un riesgo una muerte, un insulto a la inteligencia, a los valores ético, cívicos y morales que nos deberían realmente regir.
A mí, que me sorprende y asombra aún la falta de gentiliza, de empatía, de amabilidad, me deja todo esto en una extraña posición de enrabietamiento continuo. Fachas, faltos de moral, imponiendo sus criterios porque tienen dinero, porque tienen poder. Si el poder y el dinero hacen a un ser humano deshumanizarse, me quedo mileurista y enrabietada, pero humana.

Intolerancia y maltrato son la misma cosa, aunque algunos sólo vean como argumento “como dios manda” “lo normal”.

Fachas, pijos, descerebrados, ineptos, inútiles, cenutrios, necios, marquesitas de centro, empresarios de mierda, hijos de papá, desconsiderados, intolerantes, hipócritas que vivís del alimento de lo ajeno, explotadores e inhumanos varios... qué solos estáis.
La total falta de heurística de este grupo sólo es superado por su falta de empatía.

NOTA: ¿alguien quiere trabajar en mi empresilla?


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