viernes, 24 de diciembre de 2010

De mirar en tus ojos

De mirar en tus ojos aprendí
que el alma no asoma a la pupila,
la inventa cada vez que una lágrima
la acaricia y la abrasa

De mirar en tus ojos aprendí
que no hay olvido peor que la indiferencia
de saberme perdida en ellos sin que tú me mires
sin la complicidad del alba

De mirar en tus ojos aprendí
que se puede morir un instante y renacer
en tu pecho, navegar por tu cuerpo
y ser la orilla de tu pensamiento

De mirar en tus ojos aprendí
que hay fantasmas oscuros y demonios
sin alas que habitan la profundidad
de la mente que abarcan

Y aprendí a vivirte en cada gesto diminuto,
cada furtivo suspiro de tu ser que se escapa
por esa rendija del alma, que es
tu mirada...

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